En Missouri, Estados Unidos está la casa más grande del mundo hecha con contenedores de los que se utilizan en el transporte marítimo. El 90% de los materiales de esta casa son reciclados y reutilizados, sus dueños confiesan que iban recogiendo por la calle todo aquello que se encontraban y que podría serles de utilidad. Así, las encimeras de la cocina y los peldaños de la escalera están hechos con madera de bobinas de cable e incluso un secador de pelo ha sido utilizado para construir una lámpara. Su dueño y diseñador la considera una escultura gigante, han hecho un gran trabajo consiguiendo una vivienda diferente y funcional, han respetado el medio ambiente y han conseguido ahorrar una importante suma de dinero.