1. La fianza no puede superar dos meses de renta
El arrendador puede exigir como máximo dos meses de la renta, pero en ningún caso puede pedir una fianza superior.

2. El alquiler nunca puede subir por encima del IPC
Uno de los mayores temores de los inquilinos es que se produzca una subida del precio del piso durante la estancia, pero en ningún caso esta podrá ser superior al IPC y además se deberá hacer en la fecha en la que se cumpla cada año de contrato.

3. El arrendador deberá hacer las reparaciones de la vivienda
Y estará obligado a cargar con su importe sin poder subir el precio del alquiler al inquilino. La única excepción que se contempla es que el arrendatario haya hecho un mal uso y haya deteriorado las cosas.

4. El contrato debe contener todos los aspectos importantes
El documento deberá incluir todos los datos de las dos partes, así como todas las características de la vivienda con el objetivo de que la información necesaria quede recogida en el contrato.

5. Hay que especificar duración, precio y gastos
Además de las características de la vivienda, el contrato también deberá incluir la duración estimada, el precio del alquiler, los gastos y las formas de extinción del documento.

6. Especificar un posible uso familiar
El arrendador también está obligado a recoger en el contrato si prevé necesitar la vivienda para sí mismo o para un familiar directo en los próximos cinco años.

7. Es necesario hacer un inventario
Hay que hacerlo para justificar los posibles desperfectos que se produzcan en la vivienda y que puedan llegar a superar el coste de la fianza.

8. El incumplimiento del contrato permite la finalización
Es un factor que afecta a ambas partes. También es posible rescindirlo por obras en la vivienda que impidan su habitabilidad o que no se hagan las reparaciones necesarias.

9. El propietario puede acabarlo por el impago
Es una de las razones por las que el arrendador puede terminar el contrato. También por obras no consentidas o la realización de actividades peligrosas.

10. La duración de la devolución de la fianza
Existe la creencia extendida de que el arrendador tiene hasta treinta días para devolver la fianza, pero eso no es así. El plazo no viene determinado por ninguna ley, por lo que el inquilino deberá recibir el dinero antes de abandonar la vivienda.