Sabemos que la compra de una vivienda supone uno de los gastos más importantes que hacemos en nuestra vida, pero la hipoteca no es el único gasto que entraña esa adquisición y son muchos los gastos e impuestos a los que debemos hacer frente para formalizar la operación y convertirnos en dueños de esa propiedad.
Los gastos generales que se derivan de una compraventa se pueden dividir en dos bloques importantes:
Gastos de compraventa
En este bloque de gastos tendríamos que incluir:
Gastos de notaría: a los que hay que hacer frente tanto si se trata de una vivienda nueva como de una usada. Los honorarios de los notarios (denominados aranceles) están regulados por el Estado, esto quiere decir que todos cobran lo mismo por servicios idénticos. Para el otorgamiento de la escritura pública de compraventa los precios oscilan entre 600 € y 875 €, dependiendo del precio del inmueble.
Gastos de Registro de la Propiedad: inscribir las Escrituras que ha firmado el notario también cuesta dinero, en este caso también son unos horarios fijados por la normativa y dependen del precio del inmueble, situándose entre los 400 € y los 650 €.
Impuestos: en este punto habrá que tener en cuenta si se trata de una vivienda nueva, en cuyo caso se pagaría el IVA, que asciende a un 10 % en condiciones normales y al 4 % si se trata de una vivienda pública (aunque varía de función de la Comunidad Autónoma y del tipo de vivienda social de la que se trate).
Junto con el IVA hay que añadir el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD) que también corre a cargo del comprador y depende de cada comunidad autónoma.
En el caso de que se trate de una vivienda usada, el impuesto a pagar es el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, cuya cuantía depende del porcentaje que se aplique sobre el precio escriturado y dependiendo de la Comunidad Autónoma donde esté la vivienda, aplicándose en general un porcentaje que está entre el 6 % y el 10 %.
Gastos de gestoría: es uno de los pocos gastos opcionales que hay, ya que no es obligatorio contar con una gestoría para tramitar la liquidación de los impuestos y realizar otras gestiones. No obstante, en caso de contratar estos servicios hay que tener en cuenta que no existen tarifas concretas, y el coste aproximado es de unos 300 €, normalmente se contratan cuando se abre una hipoteca para adquirir el inmueble.

Gastos de la hipoteca:
Si la compra de la casa, tanto nueva como usada, es mediante un préstamo hipotecario hay que tener en cuenta este tipo de gastos adicionales vinculados a la hipoteca:
Gastos de tasación: el comprador tiene que pagar a una tasadora que ponga en valor la propiedad para que el banco sepa qué porcentaje de financiación va a conceder, esto tiene un coste aproximado entre 250 € y 600 €, dependiendo de la entidad que realiza la tasación, del tipo de inmueble y de su valoración. Hay que considerar que de forma general las entidades bancarias suelen prestar el 80 % del precio de compra o del valor de tasación.
Comisión de apertura: que puede llegar hasta el 2 % del capital prestado.
Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD): que se paga siempre que se suscribe un documento notarial y que luego se debe inscribir en el registro con cuantía económica.
Gastos de Notaría: producidos por el otorgamiento de la escritura pública del préstamo hipotecario.
Gastos de Registro de la Propiedad: para inscribir las Escrituras que firma del notario.
Gastos de gestoría: que como hemos comentado anteriormente realizará la labor administrativa y llevará a cabo todos los trámites.
Desde la entrada en vigor de la nueva Ley Hipotecaria en junio de 2019, tanto los gastos de notaría, como de registro de la propiedad y el impuesto de Actos Jurídicos Documentados, corren a cargo del banco, del resto tiene que hacerse cargo al comprador.
Es por todo esto, que los expertos recomiendan que se tenga ahorrado entre un 10 % y un 12 % del precio de la vivienda para poder hacer frente a todos los gastos que conlleva la compra de una vivienda.