El Mercado residencial en España consolidó en 2018. La compraventa de viviendas de obra nueva ha sido tan significativa que ha reducido en un 3% los inmuebles que había en stock, una cifra muy similar a la que se espera en 2019. En lo referente al stock de obra nueva de España, debemos señalar que el 50% está concentrado en Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana.

En 2018 se comenzó la construcción de un 17% más de viviendas que en 2017 y se espera que este aumento continuará creciendo en 2019, a un ritmo mucho más comedido alcanzando las 102.500 viviendas. El precio de la vivienda ha subido un 5’8% en este año, la alta demanda facilita esta subida, acompañada de la reducción del tiempo medio de venta de la vivienda: unos 6 meses para la venta de vivienda habitual y en torno a los 7 meses para la vivienda vacacional. Durante este año el aumento de precio de la vivienda de lujo ha sido muy comedido, de tan solo el 2%, siendo el premio medio del metro cuadrado de 6800€.

Según los datos que ofrece la Estadística de Títulos Hipotecarios de la Asociación Hipotecaria Española, la constitución de hipotecas tuvo un retroceso del 42’3% respecto al año anterior alcanzando un total de 20.190 millones de euros.
Debemos destacar que ha descendido el esfuerzo de las familias para enfrentarse al préstamo hipotecario, durante el 2018 supuso un 6’6% de su rente disponible, más de 5 puntos porcentuales en 10 años. Las hipotecas fijas fueron las que más se encarecieron y las bajadas en los intereses se concentraron en las hipotecas variables. Debido a la reforma de la Ley Hipotecaria por la que los bancos deberán hacer frente a una serie de gastos que anteriormente correspondían al cliente, han vuelto a realizar análisis más exhaustivos de la solvencia del cliente y ya es más difícil conseguir un préstamo hipotecario. Hasta la reforma de la Ley Hipotecaria se estaban concediendo préstamos del 100% pero son consideradas de alto riesgo aquellas que financian más del 80%. Las hipotecas del 100% parece que van a quedar limitadas

En el caso de los alquileres, la subida de los inmuebles residenciales en España ha sido del 7%, se prevé que se estabilice durante los próximos meses. La oferta ha aumentado porque la rentabilidad bruta media anual para los arrendamientos está en el 5’6%, una rentabilidad difícil de alcanzar con otras inversiones.
El año se ha cerrado con unas 600.000 transacciones de compraventas, un aumento de casi el 12% respecto al año anterior. Ha sido un buen año para el sector inmobiliario español que se muestra totalmente recuperado tras los años de crisis que se vivieron.

La buena salud del sector, su sana recuperación siembra la duda entre la ciudadanía sobre si nos encontraremos ante una nueva burbuja inmobiliaria. Los expertos lo desmienten pues las compraventas de vivienda aún están muy lejos de las 775.300, las hipotecas no se conceden con tanta facilidad como en los años previos a la burbuja y los precios medios de metro cuadrado no son tan elevados como lo eran entonces. El movimiento del mercado viene porque la economía se ha recuperado y en el sector inmobiliario hemos tenido un parón de 8 años.