El mercado inmobiliario es un ámbito que engloba de forma natural una complejidad muy grande. Muchos factores son los que afectan al devenir del mercado mucho más allá del control de la oferta y la demanda de los actores directos. La situación y liberación de suelo, las normativas, la economía general… y la parte intangible que suponen las sensaciones sociales de seguridad, por ejemplo, que afectan de manera directa a la evolución de las compraventas, los precios, los tiempos de venta… Por eso es tan complicado hacer previsiones certeras y concretas.

A la situación convulsa y cambiante que estamos viviendo en general derivada de la pandemia, se nos suman, en este 2022, cambios en las normativas.

El 1 de enero entró en vigor la nueva Ley de prevención y lucha contra el fraude fiscal aprobada por el gobierno nacional que afecta directamente al cálculo del impuesto de transmisiones patrimoniales, así como el de sucesiones y donaciones entre otras cuestiones directamente relacionadas con el inmobiliario.

También está en marcha desde hace muy poco, el nuevo cálculo del Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, en su acrónimo IIVTNU, conocido popularmente como plusvalía municipal.

El control del precio del alquiler en zonas consideradas “tensionadas”, las repercusiones en el mercado de trabajo de los cierres o limitaciones de la pandemia, la complicación de gestionar visitas de venta en un momento en el que el contacto social es tan conflictivo… Son solo algunos ejemplos que nos hacen estar convencidos de que, más que nunca, nuestro día a día cumple un servicio de valor.

Si estás pensando en vender tu vivienda o estás buscando esa casa que cumpla tus ilusiones para este nuevo año, acércate a vernos sin ningún compromiso. Son muchas cosas las que debes tener en cuenta para que la operación salga de la mejor manera posible y te ayudaremos desde el principio.

¡Feliz año, vecino!