La compraventa de vivienda lleva varios meses de capa caída. En primer lugar, el confinamiento obligó a las agencias inmobiliarias a hacer un paréntesis, por lo que las visitas a inmuebles en venta cayeron en un punto muerto. Después, el impacto económico que generó el coronavirus en las finanzas familiares hizo que muchos potenciales compradores dieran un paso atrás. Luego, llegó el verano con su habitual bajada de la actividad. Sin embargo, pasa septiembre y la maquinaria del mercado se pone otra vez en marcha.

1. Cuidado con la sobrevaloración. El aspecto más importante que debe cumplir un piso del que nos queremos desprender de forma rápida es que esté en precio. Poner un valor de salida por encima de lo razonable con el fin de no tener que rebajar demasiado ante posibles contraofertas es un gran error, y más en un momento como este. Lo único que conseguiremos siguiendo esta estrategia es que los potenciales compradores no nos llamen, con lo que se dilataría el tiempo de venta y el producto acabaría por quemarse.

2. Adaptarse al comprador. Las preferencias del comprador de vivienda han dado un giro tras la pandemia. Destacar las zonas de la casa a las que ahora la demanda presta más atención hará que, sin duda, se potencia el interés de la misma. Por otro lado, es esencial transmitir la sensación de orden y limpieza a través del inmueble con el objetivo de que aquellos que lo visiten tengan más fácil imaginarse su vida en él como propietarios. Técnicas como home staging pueden resultar de gran ayuda.

3. Zonas exteriores. Si la casa que quieres vender tiene balcón, terraza o jardín, estás de enhorabuena. Las zonas al aire libre dentro de casa han cobrado una especial relevancia. No dudes en liberar espacio en las mismas para hacer que luzcan con todo su esplendor. Elimina todos aquellos elementos rotos o deteriorados que hayas ido acumulando en estas áreas. Es fundamental que el comprador no los vea como un trastero improvisado, sino como un extra al que sacarle partido.

4. ¿Reforma o actualización? La decisión sobre hacer o no reformas en un piso en venta es difícil. Por un lado, hay quienes opinan que este tipo de obras revalorizan el inmueble, con lo que el beneficio que obtengamos tras la venta será mayor. Sin embargo, hay otras voces que afirman que las reformas integrales podrían no encajar con las necesidades del comprador, y que es más acertado vender sin hacer grandes reformas con el fin de dar un precio más ajustado. La última palabra la tienes tú.

5. Papeles en regla. No está de más tener todo el papeleo preparado con el fin de reducir los plazos de la operación lo máximo posible. Si has delegado los trámites en una agencia inmobiliaria, estarás más liberado, pero siempre será mejor que tengas a mano documentación imprescindible para formalización la transacción. Así, por ejemplo, localiza el último recibo del IBI porque te hará falta, al igual que un certificado en el que se indique que estás al corriente de los pagos de la comunidad de propietarios.