La crisis del coronavirus marcará un antes y un después en el comportamiento de las empresas del sector inmobiliario. Esta crisis ha sido repentina y el sector apenas ha tenido capacidad de respuesta hasta ahora, que comienza a tomar medidas acordes a un contexto difícil marcado por la incertidumbre económica. Las empresas centrarán sus esfuerzos en el intento de paliar las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia por distintos medios.

Las agencias inmobiliarias continuarán con su actividad, pero la “nueva normalidad” traerá consigo cambios que dependerán de la capacidad de las empresas para adaptarse a ella. Por el momento, la situación actual está marcada por una serie de hechos que debemos tener en cuenta para gestionar la crisis de manera eficiente:

Habrá menor solvencia de la demanda debido a factores como el aumento del paro o a una reducción de los ingresos de los particulares. En el otro extremo, los alquileres recuperarán la relevancia de antaño. Tal y como ha sucedido en crisis anteriores, el mercado del alquiler ganará importancia durante los próximos meses.

El temor al contacto personal supondrá la implantación de diversas medidas, desde la digitalización de los procesos hasta la optimización de las visitas para minimizar al máximo las situaciones de riesgo. Para ello se buscarán nuevas formas de mostrar las viviendas sin necesidad de una visita física, de modo que las herramientas tecnológicas, como los tours virtuales o las visualizaciones en 3D serán opciones cada vez más recurrentes. La elaboración de Cartas de Seguridad por parte de las agencias será habitual, ya que se crearán protocolos y procedimientos que garanticen la seguridad para prevenir el riesgo de contagio, acondicionando tanto oficinas como visitas con infraestructura, limpieza y la presencia de utensilios de higiene tales como mascarillas, guantes, desinfectantes, etc. Además, los agentes recibirán formación para dominar los diversos protocolos de seguridad enfocados a reducir el contacto personal todo lo que sea posible.

La crisis también dejará muchos locales comerciales vacíos debido a la crisis económica, al miedo al contacto personal y a la tendencia de la compra telemática, cuya popularidad ha aumentado todavía más durante la crisis.

En suma, nos enfrentamos a una situación peculiar y sin precedentes pero en la que las agencias inmobiliarias ocuparán un lugar más destacado si cabe que antes, por la complejidad que supone gestionar la compraventa de una vivienda minimizando el riesgo de contagio por Covid-19.